lunes, 11 de febrero de 2013

semblanza de Samuel Fastlich


CASTRO HERNANDEZ ROLDÁN                                                          

PREGUNTA NO. 3
SEMBLANZA DE SAMUEL FASTLICHT

INTRODUCCIÓN
El obtener información acerca de uno de los personajes más importantes en la odontología mexicana.
OBJETIVO
Conocer la semblanza de Samuel Fastlicht.
DESARROLLO
Dr. Samuel Fastlicht (1902-1983)
Samuel Fastlicht fue un inmigrante que migró a México. Nació en 1902 en Sambor, ciudad europea austriaca, que después de la Primera Guerra Mundial pasó a pertenecer a  Polonia.
A los diecinueve años llego se inscribió en la Escuela Nacional Preparatoria, en el turno nocturno, en las mañanas trabajaba como mecánico dental.
Estudió en la Escuela Nacional de Odontología y se tituló en 1932. Viajó a Los Ángeles, California, e hizo la especialidad en Ortodoncia. El doctor Fastlicht tuvo gran interés por conocer las culturas prehispánicas. Tomó clases con el antropólogo mexicano Alfonso Caso y su primera incursión en la historia de la odontología sucedió cuando éste le mostró un ejemplar del Códice Badiano, librito acerca de las hierbas medicinales de las indias, escrito por Martín de la Cruz y traducido por Juan Badiano.
Una de sus grandes contribuciones fue la de realizar estudios radiográficos en dientes que presentaban trabajos de incrustaciones y mutilaciones, pertenecientes a la colección del Museo Nacional de Antropología. Los resultados se encuentran en el libro “El Arte de las Mutilaciones Dentarias”, en colaboración con el antropólogo Javier Romero. Poco a poco realizó visitas a sitios arqueológicos de diferentes partes de México. En Teotihuacan hallo el mural policromado de Tepantitla, en Teotihuacan, y le pidió a su amigo Miguel Covarrubias, que hiciese una reproducción del fragmento que me interesaba particularmente, porque representaba algo que parecía que podía ligarse con la odontología prehispánica.
 Posteriormente fue publicado en la Revista de la Asociación Dental Mexicana.
 Ese fragmento que lo interesó corresponde a una figura que representa probablemente el acto de limar los dientes. Sigue siendo el símbolo mundialmente conocido de la odontología mexicana. Otra de sus contribuciones es la  Bibliografía Odontológica, que publicó en 1954 como homenaje a la celebración del cincuentenario de la fundación del Consultorio Nacional de Enseñanza Dental en 1904.
A principios de los años noventa, el maestro Javier Portilla Robertson, director de la Facultad de Odontología, destinó un salón de la planta baja, para instalar el “Museo Samuel Fastlicht”1, nombrado así por integrarse con la colección de este ilustre C. dentista, maestro y antropólogo, que dedicó 60 años de su vida al rescate del pasado de la profesión dental. La colección del maestro Fastlicht, donada por su hijo Jorge, también C. dentista y maestro, incluye valiosas piezas de todas las etapas de la odontología mexicana: piezas arqueológicas de las culturas mesoamericanas, cráneos con piezas dentales que muestran incrustaciones de diversas piedras: turquesa, hematina, concha nácar y jade.
Meses antes de que la Facultad de Odontología llegara al primer centenario, nuestro entonces director, maestro José Antonio Vela Capdevilla recibió un informe de rectoría, en donde se le notificaba que en el Palacio de la Autonomía Universitaria, que estaba a punto de terminar su remodelación, se le asignaría una área al museo de la odontología.
                                 www.ncbi.nlm.nih.go1

El Dr. Samuel Fastlicht se relacionó con personajes de la cultura nacional, una de ellas fue Frida Kahlo.
 Se sabe que Frida Kahlo tenía graves problemas dentales. Y esta es una de las razones por lo que se veía relacionada con el Dr. Samuel Fastlicht, existen algunas cartas que nos hablan de la relación de estos dos personajes. No se sabe a ciencia cierta, cuando es que el Dr. Comenzó a atender a Frida. Existe una primera carta al respecto fechada al 13 de Noviembre de 1947, enviada desde Coyoacán, residencia de la artista, en este escrito ella se disculpa por no asistir a su cita, por lo que se sabe que ya se le estaba realizando algún tratamiento, debido a problemas de salud, en su columna vertebral como consecuencia de un accidente en su juventud, y menciona un retrato el cual está realizando para el Dr. Fastlicht, ya que había convenido pagar sus servicios profesionales con obra:  
Coyoacán, 13 de Noviembre de 1947
Estimado compañero:
Ya sé que me va a “recordar” a todos mis antepasados, porque he dejado de ir a verlo ya tres semanas, pero le ruego comprenda que no es por desidia ni por flojera; he estado trabajando (los ratos que el “espinazo” me deja), y ya le tengo el retrato muy adelantado. Quiero terminarlo entre esta semana y la otra, pues la pasada me tuve que quedar en cama algunos días, pues siempre me siento de un cansado “subido”, es decir fregadísima. Por eso no voy hoy, como había prometido, pero al final de la semana que entra le aseguro que le terminaré el retrato y se lo llevaré. Me he sentido muy bien de “los molares” gracias a usted.
Frida Kahlo.
Perdóneme, y le mando hartos saludos.
Frida
No se enoje conmigo ¿de acuerdo?
Ahí le mando la macetita que le prometí.                                                                                                        
Unas semanas más tarde, la pintora le envía otra carta al Dr. Fastlicht adjunta al cuadro de “Autorretrato de Tehuana”2:


Enero 9 de 1948. Coyoacán.
Sr. Dr. Samuel Fastlicht.
Presente.
Estimado compañero. Aquí tiene finalmente la pintura. Me tardé mucho más tiempo del convenido porque últimamente he tenido una temporada de “friega” doble ancha que no tengo palabras cómo describirlas. Todo ese estado de ánimo se refleja naturalmente en mi autorretrato. Quizá a usted no le guste nada, y tiene todo el derecho a decírmelo sinceramente. A mí sí me gusta puesto que es la expresión exacta de mi emoción y es lo que a todo pintor sincero le interesa. Pero como usted es el que compra, la cosa cambia. Me dijo Anita Brenner que el precio le pareció alto. Oiga, compañero, le ruego que no crea que me encajo, sino al contrario, yo vendo mis cuadros en 3,000 del águila y a usted por haber sido tan gentil conmigo, se lo dejo en $2,500.00 de los que usted se cobrará 500 que le debo por los molares y a mí nada más me quedan 2,000 cerraditos, que en estos tiempos se vuelven “puritito humo”. Pero tampoco quiero forzarlo a nada. Si no le parece bien el trato, más tarde le puedo hacer otro más chico y de menos trabajo y éste lo vendemos por otro lado. Nada más que ahorita estoy de un “bruja” que me lleva... el tren de Laredo, y necesito tener centavos. Por eso hasta me atrevo a mandárselo todavía fresco. En una semana voy y se lo barnizo. Ya sabe compañero que entre usted y yo hay franqueza y me puede decir todo lo que se le antoje. Si me manda los centavos déselos por favor a mi hermana Cristina que es la chaparrita que le lleva el cuadro. No voy yo personalmente, porque me siento como gato remojado. Millones de gracias y espero que comprenda claramente que no es encaje de mi parte ni nada que se le parezca.
Le mando hartos saludos y no me mande regañar porque no he ido. Si estuviera usted en mi lugar ya se habría echado de la catedral para abajo.
Que la vida en 1948 y siempre le sea leve es lo que le desea su compañera y amiga sincera, Frida Kahlo.
                                                   http://www.cimu.unam.mx2

                                                                                                            
un dato que menciona la carta es el costo del tratamiento odontológico, el cual es elevado ya que indica: “usted se cobrara 500 que le debo por los molares”.
Un año despúes Frida se vuelve a comunicar con el Dr., donde le pide sus servicios profesionales a domicilio, debido a que su estado de salud se veia desmejorado:

Hospital Inglés, enero 12, 1950.
Querido Dr. Fastlicht.
Perdone la lata que le voy a dar. Todavía estoy en el hospital pues “para variar” me volvieron a operar del “espinazo” y hasta mañana sábado me podré ir a mi cantón de Coyoacán. Todavía encorsetada y bastante jo...ven de edad! Pero no estoy desanimada y procuraré empezar a pintar lo más pronto que pueda.
Bueno, doctor, la lata que le voy a dar consiste en esto: el puente de arriba se me rompió. No se lo puedo mandar porque me quedó cual calavera! ¿Qué hago?
Y el de abajo se lo mando porque no puedo usarlo hace ya tiempo porque me lastima mucho donde los ganchitos agarran los dientes. Y también quiero preguntarle ¿qué hago? No puedo comer bien y estoy muy fregadísima.
No puedo ir a verlo, y me parece demasiado pedirle que Ud. me haga una visita pues sé lo ocupado que está siempre. Así es que lo dejo a su buena voluntad y gentileza.
Desde el domingo estaré ya en Coyoacán. Allende 59 (su casa). Quiere mandarme un recado o hablarme al 105221.
Mil gracias y un saludo muy cariñoso de su amiga.
Frida.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   
Visita a la cual respondió el Dr. Fastlicht,  días más tarde, le envió los puentes para que se les hicieran los ajustes necesarios:
Coyoacán. 1° febrero 1951.
Querido camarada.
Aquí van las muelas. Lo que le pinté de rojo es lo que más me lastima. La encía ya está casi ulcerada, y usted se puede imaginar cómo está su compañera!, ¡echando chispas! Pero estoy tan agradecida con su gentileza que no tengo palabras con qué expresarle mis sentimientos.
Oiga compañero, ¿qué no sería mucha lata para usted darme dos recetas para comprar dos ampolletas de demerol para poder dormir a gusto hoy y mañana? Solamente me las venden con receta para narcóticos.
No sabe cómo se lo agradecería si fuera tan buena gente de dármelas. Ya está bueno de molederas, ¿verdad?
Mil gracias y hartos saludos cariñosos con un beso de Frida.

En esta carta, Frida le hace la petición que le prescriba un medicamento controlado, se sabe que el Dr. Samuel prefirió romper su recetario para que su amistad con la artista lo inclinara a realizar algo indebido.
Después de esta carta, no se encontraron más, pero se puede suponerse que la siguió atendiendo en los últimos tres años de vida de la pintora.

CONCLUSIONES
Samuel Fastlicht fue un gran extranjero que tanto el nivel en su profesión como el interés que tenía por la historia de México hicieron de este personaje alguien único y se considera un eslabón fundamental en la historia de la Ortodoncia y en la historia de la Odontología Prehispánica, dejando una huella de su existencia como lo es el Museo de la Odontología que lleva su nombre con honor. Además de estar muy involucrado con los movimientos propios de su profesión, le interesaban diversas manifestaciones de la cultura nacional, lo que lo llevo a relacionarse con diferentes personajes, de diferentes ámbitos, como lo fue su relación con Frida Kahlo, siendo así dos personajes importantes, Odontología y de la pintura, respectivamente, y ambos para la cultura mexicana.










BIBLIOGRAFÍA
José Sanfilipo B. “Frida y Fastlicht”. Rev ADM; 62(1): 31-35

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